sábado, 16 de diciembre de 2017

Socialistas a fuer de federales

Indalecio Prieto sentenció que él era "socialista a fuer de liberal". Con esa frase reflejó uno de los componentes esenciales de la tarea de la izquierda española de modernizar nuestra sociedad por vías estrictamente democráticas. Junto con los objetivos de luchar contra la dictadura y consolidar la democracia, y de desarrollar el estado del bienestar, de forma complementaria la gran aspiración del socialismo español, en su gran diversidad, ha sido conectar con las ansias regeneracionistas y liberal-progresistas de la Institución Libre de Enseñanza y de todos aquellos grupos que luchaban por dejar atrás el oscurantismo y cualquier forma de opresión y así conectarnos con Europa. En el mundo del siglo XXI esas aspiraciones enlazan con los esfuerzos por proponer modelos de convivencia y de organización del gobierno que permitan afrontar los enormes retos de convivencia, sociales y medio-ambientales de la España europea totalmente integrada en la economía mundial. Entiendo que esta es la idea que tienen todos aquellos socialistas españoles que estos días están apoyando de corazón la campaña electoral de Miquel Iceta Llorens, no sólo Pedro Sánchez y José L. Rodríguez Zapatero en numerosos mítines, sino también Ximo Puig, Guillermo Fernández Vara, y personalidades que han firmado el manifiesto de apoyo a Iceta como Carmen Alborch, Carlos Solchaga, Joaquín Almunia y quienes asistieron a la III Convención Federalista organizada en Barcelona por la Fundación Campalans y la Fundación Ebert, entre ellos Ignacio Urquizu, Diego López Garrido, Manuel Escudero y José Antonio Montilla. Y también de periodistas como Juan Cruz, que escuchan más a sus compañeros de redacción en Barcelona Lluis Bassets y Xavier Vidal-Folch que a la Brunete mediática. Todos ellos lanzan un potente mensaje a quienes, desde posiciones pretendidamente progresistas, se encuentran más cómodos eligiendo fuerzas nacionalistas para enfrentarse a nacionalismos de signo contrario. Como dice Victoria Camps en el ya estrenado documental "Federal" de Albert Solé, el federalismo es casi inevitable en la España y el mundo de hoy. La alternativa es la parálisis de España y de Europa, y la parálisis en el mundo en marcha del siglo XXI significa quedarse de nuevo atrás. Siendo casi inevitable, es concebible incluso un federalismo sin federalistas, fruto de un equilibrio negociador entre fuerzas opuestas. Pero ese sería un federalismo a regañadientes, como el auto-gobierno consociativo (que sólo funciona a tiempo parcial, dado que pasa la mitad del tiempo suspendido por Westminster) de nacionalistas radicales de signo contrario en Irlanda del Norte, donde se echa de menos la fuerza propositiva de los moderados de John Hume, auténtico artífice de los acuerdos de paz. Sin federalistas, el federalismo será también inevitable pero renqueante y a la larga insostenible. Es la hora de ser socialista a fuer de federal.


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