sábado, 14 de junio de 2014

Cuando toda España se reía de Van Gaal

A todos los defensores de causas aparentemente perdidas nos llega nuestro día de gloria. Para los defensores de ese gran profesional y mejor persona que se llama Louis Van Gaal ese día llegó ayer. No podemos evitar acordarnos de cuando toda España (y toda Cataluña) se reían de Van Gaal. El hombre que descubrió a Xavi y a Iniesta ayer acabó con su ciclo de forma contundente (bueno, quizás no, porque el fútbol es imprevisible; pero reírse de Van Gaal, eso a partir de ahora será más difícil). 
¿Toda España se reía de Van Gaal? No, por supuesto, algunos periodistas lúcidos como Luis Gómez escribieron auténticas piezas clásicas que ahora nos vienen a la memoria. Pero defender a Van Gaal también era motivo de sorna. Da igual que con el Barça hubiera ganado títulos aparte de descubrir a talentos que todavía duran porque los entrenadores posteriores no se atreven a dar minutos a los nuevos Xavis e Iniestas. Da igual que después ganara más títulos en Holanda y en Alemania, y que siguiera descubriendo a nuevos talentos de los que se aprovecharían otros entrenadores más mediáticos. Lo que seguramente ya no dará igual es que la Holanda de Van Gaal ayer le metiera cinco goles a España. Hoy los periodistas que más le atacaron pasan de puntillas sobre la lección táctica del gran entrenador holandés, que después del mundial será el entrenador de nuevo de unos de los grandes clubs del mundo (en este caso el Manchester United; qué raro, el hombre no para de recibir grandes ofertas). Van Gaal nos enseñó que para que el espectáculo sea duradero debe ir acompañado de disciplina y esfuerzo. En España, cuando se ha acabado el espectáculo, no ha quedado nada. Toda esa presión social acumulada de años contra los vangaalistas puede haber hecho que España infravalorara a Van Gaal, que después de lo de ayer ya quedará para siempre como uno de los grandes entrenadores del fútbol moderno, heredero legítimo de la naranja mecánica de Rinus Michels, que al tiki taka añadía líneas de defensa adelantadas (algo que el Tata Martino, una buena persona que parecía haberse perdido los ultimos 40 años de evolución del fútbol, nunca entendió), disciplina táctica y cultura del esfuerzo. El 3-5-2 de ayer de Holanda era el mismo 3-5-2 de la segunda etapa de Van Gaal en el Barça, donde fue despedido tras dejar en el once titular a Valdés e Iniesta, que se sumaban a Xavi y a Puyol, y que han durado hasta este año. 
La de Van Gaal es una carrera admirable ganando títulos y descubriendo talentos, y rompiendo huevos para hacer tortillas (a diferencia de quienes esperan que las tortillas se hagan solas, sin romper huevos). Esperad grandes acontecimientos y enfrentamientos con prensa y jugadores endiosados en Manchester, aunque los efectos más duraderos no se verán hasta de aquí varios años o décadas, y seguramente los recogerán otros entrenadores que se colgarán las medallas.

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