domingo, 16 de diciembre de 2012

Por una regulación inteligente


Asistí el pasado miércoles a un interesante debate en la Fundació Catalunya Europa sobre regulación, con la participación del ex presidente de la CNMV, Manuel Conthe.
Para preparar el debate, se distribuyó una documentación muy apropiada, donde se resaltaba la relación entre regulación y la nueva economía del comportamiento (o conductual, “behavioral economics” en inglés). También se proponía para España la creación de una agencia de supervisión regulatoria, parecida a la que existe en Estados Unidos, la OIRA, que depende directamente del presidente, y que durante la primera administración Obama estuvo presidida por el académico jurista Cass Sunstein.
Manuel Conthe, en una muy interesante intervención inicial basada en su experiencia como Secretario de Estado en gobiernos socialistas y como presidente de la CNMV, destacó la necesidad de no agarrarse a verdades absolutas, sino aprovechar lo que funciona y utilizar lo que existe para corregir lo que no funciona bien. La independencia máxima y la transparencia máxima, dijo, no siempre funcionan. La dirección general de seguros, puso como ejemplo, no es formalmente nada independiente, y funciona bastante bien fuera de los focos de la política partidista. La transparencia llevada a un extremo puede llevar a los responsables públicos a conducir sus negociaciones fuera de los foros oficiales, y limitarse en estos a intervenciones puramente protocolarias.
La idea de trabajar con lo que existe o a partir de ello es consistente con el carácter endógeno de las instituciones (en la línea de los trabajos de Aoki), que son malas viajeras y se complementan unas a otras, dependiendo su eficacia de la dotación institucional previa, del capital humano, la cultura o la tradición.
La independencia de los reguladores tiene ventajas e inconvenientes, y es cierto que en cualquier caso hay que tener en cuenta los sesgos conductuales de los propios reguladores. El 25 de enero voy a presentar un artículo en la Conferencia sobre Regulación y Competencia de la City University de Londres sobre la fusión de reguladores en España, que ha generado una polémica donde todas estas cuestiones están implicadas. El artículo lo estoy preparando a raíz de sentirme estimulado por una intervención del Sr. Amadeu Petitbò en unas recientes jornadas de la Autoritat Catalana de la Competència, que calificó de frívolo un comentario que realicé asociando el proyecto del gobierno del PP en este sentido con la abundante evidencia que existe en España sobre captura de la regulación por parte de las grandes empresas. Mis argumentos tendrán que ver por supuesto con la relación entre riesgo de captura e integración de agencias, y la relación entre dicha integración y el grado de independencia del regulador. Personas tan poco frívolas como Ignacio Pérez Arriaga, Luis Garicano, Gaspar Ariño, o en el blog "Nada es Gratis" de Fedea Juan Delgado o Gerard Llobet, no parece que crean que criticar la propuesta de fusión de agencias sea una frivolidad. Cuando mi artículo para la Conferencia de la City University esté listo lo colgaré por aquí.

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