viernes, 27 de enero de 2012

Con Garzón, por los derechos humanos (por Pedro Alas)

El Juez Garzón ordenó la detención en Londres del General Pinochet, y ha sido un punto de referencia para las organizacones de derechos humanos en América Latina. Eso le hacía simpático en España: apoyaba esa causa lejana, que no nos afectaba, la de la dignidad humana. Hasta que comenzó a trabajar en algo obvio, que cualquier observador desapasionado, sobre todo en América Latina, claro, ya había advertido: las consecuencias penales de la no tan lejana dictadura militar que vivió España hasta 1975. Por abrir esa caja de los truenos el juez Garzón va a juicio. Organizaciones humanitarias como Human Rights Watch han tenido que desplazarse a España para supervisar lo que está ocurriendo en este país. El juez Garzón también es juzgado por otras razones, que casi parecen "técnicas", comparadas con esta ignominia. Mientras tanto, un jurado popular absuelve por una raquitica mayoría a Fancisco Camps, enterramos a Fraga con los más sentidos homenajes y el nuevo ministro de justicia, el "moderado" Ruiz Gallardón, anuncia una reforma de la justicia que nos hace ir más atrás si cabe en el tiempo y en la civilización. Lo mínimo que podemos hacer es rendir homenaje a quienes luchan por lo básico, como es el derecho a recordar.

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